jueves, 6 de agosto de 2009

Cristo de la Victoria

Otro año más, salió nuestro Cristo de la Victoria a recorrer las calles de Vigo, como siempre sucede, fue algo impresionante.
Desde las primeras horas del día, ya se veía gente haciendo el recorrido de la procesión con las velas encendidas. Vienen personas de toda Galicia, por eso es que madrugan para hacer el recorrido, una visita al Cristo y luego se van.

Yo lo acompañé un ratito con mi hija (pues sola ya no podría), luego esperamos para verlo pasar y eso sí, aguanté para ver la ofrenda que me emociona y me gusta mucho. Por las obras este año se hizo más hacia Príncipe. Estuvo como siempre muy bonito.

Ahora, yo me pregunto ¿qué tiene este Cristo? Cuando lo veo pasar por mi lado un escalofrío recorre mi cuerpo y los ojos se inhundan de lágrimas, ¿por qué ésta emoción que me invade? No es a mí solamente a quien le ocurre ésto (tengo hablado con gente que le pasa también lo mismo). Antes, cuando iba al centro, si podía me acercaba a la Colegiata a hacerle una visita y rezarle un Padre Nuestro y nunca sentí esta sensación, solamente es el verlo en la calle, me parece tenerlo más cerca de mí, como uno más de mis amigos, ¿será quizás eso lo que me emociona? No sé, no puedo entenderlo.

Este año, se notó, si cabe, más gente sobre todo hombres, dada la situación que vivimos de miedo e incertidumbre no es extraño que le pidamos amparo y ayuda, y que ilumine a nuestros dirigentes políticos para que nos saquen pronto de esta situación; que nuestro puerto (uno de los primeros del mundo), nuestras industrias y nuestros comercios puedan seguir dando trabajo a tanta gente que se ve abocada hoy al desempleo y por lo tanto a la pobreza.

Confiamos, Cristo, en tí y que el año que viene volvamos a acompañarte, no para pedirte sino para darte las gracias con una amplia sonrisa de felicidad.
Foto: vigoenfotos

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