Hay tormenta en la mar,
Oigo el trueno el sonido,
Hacia la ventana voy
Para cerrar el postigo,
De pronto te veo en la playa,
Estás casi sin sentido,
Salgo corriendo a buscarte
Y te tapo con mi abrigo,
Te aprieto contra mi pecho
Para darte mi cobijo,
Y seco tu pelo negro,
Estás temblando de frío
Me miras enternecido.
Pero que ojos ¡Dios mío!
Fue como si en un momento
Me robaras el sentido.
Acaricié tu carita blanca,
Blanca igual que un lirio.
Bebió un tazón de leche
Y así se quedó dormido.
Mirándolo me preguntaba
¿De dónde habrá venido?,
Porque sólo está en la playa
¿Puede que se haya perdido?,
Y con este pensamiento
También me quedé dormido.
Despierto por la mañana
Encontrándome aturdido
¿Por qué no estoy en la cama?
¿Pero, que me ha sucedido?,
Entonces voy recordando,
¿Dónde está el niño perdido?
¿Habrá sido todo un sueño?,
Pero aquí está la manta
Con la que le tape su frío
Salgo a la playa y encuentro
De sus pies el recorrido,
Pensé entonces que era un ángel
Que del cielo había caído.
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